#4 El bochorno de Andalucía, los años 60

 

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Ha pasado más de una semana y todavía puedo sentir la última vez que fui al gimnasio. Sin embargo, en ese post toqué un tema que me gustaría ampliar aquí, concretamente las vacaciones en Andalucía en mi juventud.

Como mencioné en mi primer post, tengo orígenes tanto españoles como polacos. Mi padre era de Cádiz, en Andalucía, donde yo pasaba los veranos de pequeño. Mi abuelo era pescador y con mi abuela teñían un pequeño restaurante donde servían el mejor Frito gaditano y Tortillitas de camarones de todo Cádiz. Debido al enorme movimiento durante la temporada de vacaciones, necesitaban mi ayuda allí.

Cuando tenía 17 años, odiaba trabajar allí, lo único que recuerdo es el hedor del pescado, pero a los 20 años, llegó a gustarme mucho. No sólo descubrí el amor por la comida allí, sino que también me lo pasé muy bien con mis amigos siempre.  Sin embargo, fueron las vacaciones más calurosas de toda mi vida. Imagínate, había más de 36 grados en el exterior, y más aún en una pequeña cocina con una pequeña ventana para la ventilación. Las personas tumbadas en la playa se quejaban de que sudaban y tenían demasiado calor. Cuando trabajaba, me cambié la camiseta cuatro veces durante un turno porque estaba tan mojada que era como si alguien le hubiera echado agua encima. A pesar de todo este calor, me gustaba trabajar allí.

Por la mañana, muy temprano, iba a pescar y a recoger los camarones con mi abuelo, y de la tarde a la noche pasaba el tiempo en el restaurante junto con mi abuela. En realidad, la mayor parte del tiempo estaba con mis abuelos, pero después de que el restaurante cerrara, pasaba el tiempo con mis amigos.  No voy a escribir aquí exactamente lo que hicimos, pero puedo decir que fue lo mismo que cualquier chaval a esa edad.

 

 Frito gaditano

 

Tortillitas de camarones