#6 El nacimiento de mi genio

https://kresy.pl

 

Seguiré haciendo referencia a la historia en este post porque ha tenido un gran impacto en lo que he llegado a ser.

Como recuerdan, la Segunda Guerra Mundial nos encontró en Polonia. Vivíamos con los padres de mi madre en el campo. Era una acogedora casa solariega. Todos los hombres: el abuelo, el hermano de madre y los trabajadores fueron a luchar con los alemanes. Sólo quedaban las mujeres y mi padre extranjero. La parte principal de nuestra casa solariega estaba ocupada por oficiales alemanes. Tal vez eso es lo que salvó a nuestra familia y a esta hermosa casa señorial. Nos metieron en los cuartos de servicio, donde había una enorme cocina y dos habitaciones. En una de ellas había un piano. Mi madre solía tocarlo y cantar canciones para dormirme. De más grande, mi madre me enseñó a tocar el piano y gracias a ello tuve contacto con el arte desde una edad temprana.

Por aquel entonces, el mayor arte para mí eran los buñuelos que hacía la señora Marysia. Todavía recuerdo el sabor y me sé los ingredientes de memoria: 1kg de harina de trigo, 10dag de levadura fresca, 15dag de azúcar, 0,5l de leche, 7 yemas, 1 huevo entero, 10dag de mantequilla, 2 azúcares de vainilla, una pizca de sal, 1 vaso de aguardiente (gracias a él no absorben tanto aceite), mermelada, aceite para freír + manteca de cerdo, azúcar glas para recubrir. Así es como salieron deliciosas rosquillas y fue su único secreto.

Tenía seis años cuando terminó la guerra. Mi abuelo era un oficial distinguido, así que no nos quitaron la finca. Crecí en su ambiente mágico, pero en condiciones completamente diferentes. Era pobre, pero mi abuela y mi madre se encargaron de mi crianza. Yo era el único nieto y mi abuela me crió con la convicción de que era especial. Y lo era y lo sigue siendo. Naturalmente, aprendí a hablar polaco, pero mi padre también se aseguró de que aprendiera español.

Cuando tenía ocho años fui con mis padres a España a visitar a mis segundos abuelos y mi padre decidió quedarse allí. Vi su gran alegría al volver. Durante todo este tiempo debe haber echado mucho de menos su país e incluso ese hedor a pescado que siempre le molestaba. Por fin conocí a mis abuelos españoles y ellos a mí. Eran alegres, sonrientes y me permitían hacer todo. Mi segunda personalidad empezó a tomar forma en España. Mi genio artístico sólo podía nacer de la combinación de mi crianza en una casa solariega polaca y la apertura del hogar español. Luego, gracias a mis abuelos de España, también el genio de la cocina. Lo que creó el yo actual: un chef estrella.

 

 

Buñuelos 

https://www.mojegotowanie.pl/